Y dijo Jahaziel: «Escuchen, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escuche también Su Majestad. Así dice el Señor: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes, sino mía. (2 Crónicas 20:15) La palabra “victoria” generalmente se asocia con la guerra o con el éxito de un combate personal.  Nos gusta hablar de victoria pero antes de que ésta llegue entendemos que hay un proceso de guerra ya sea externa o interna.

¿Cómo prepararnos para la victoria cuando enfrente de nosotros solo vemos dificultades? Cuando estamos en problemas nos cuesta trabajo pensar que podemos obtener una victoria. Esto es lo que pasaba con el pueblo de Judá  cuando los pueblos moabitas y amonitas vinieron contra el rey Josafat y le hicieron la guerra. Cuando el pueblo de Judá escuchó las noticias de que venían varios pueblos contra ellos, el temor llegó a sus vidas.  El rey Josafat buscó la dirección de Dios  y dice la Biblia  que humilló su rostro para consultar a Dios. Del rey Josafat aprendemos que al estar frente a una  dificultad debemos reconocer que necesitamos  la dirección de Dios, esto nos lleva a buscarlo y esperar  una respuesta para después tomar nuestras decisiones.

1.- Ser humildes

Dejando a un lado nuestro orgullo y pensar que necesitamos ayuda o una estrategia para salir adelante en medio del conflicto.

2.- Buscar la dirección de Dios

Orar pidiendo que Dios nos de dirección acerca de lo que tenemos que hacer, eso implica estar en su presencia, dejar nuestra impaciencia a un lado y buscar a nuestro Señor. Pedirle que nos de la estrategia que pondremos en práctica con su ayuda.

3.- Esperar en Dios y vestirnos con la armadura de la fe

Ser pacientes y esperar. La biblia dice en Isaías 30:15 “En arrepentimiento y en reposo serán salvos; en la quietud y en la confianza estará su fortaleza”. Y ponernos la armadura de la fe que nos habla Efesiso 6:10-18, esto nos afirmará en la fe en Jesucristo

4.- Ir a la batalla seguros de que en Cristo tenemos la victoria

Nosotros sabemos que Jesús ya venció al morir en la cruz y por él tenemos la victoria como dice 1 Corintios 15:57-58.

 ^“57 Pero gracias a Dios, quien nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. ⁵⁸ Así que, hermanos míos amados, estén firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su arduo trabajo en el Señor no es en vano.”

Así que confiemos y ¡preparémonos para alcanzarla!

Por Eunice Meneses