Instrumentos de bendición

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10

Dios nos creó con el propósito de hacer el bien y perseverar en ello a lo largo de vida. Hacer el bien o hacer cosas buenas tiene un impacto
positivo no solo en nosotros, sino en las personas que nos rodean; es por eso que somos de bendición cuando brindamos un servicio a
través de nuestro oficio o profesión o bien cuando compartimos algo derivado de nuestros dones espirituales y habilidades naturales.

 

El propósito de Dios al bendecirnos con estos dones espirituales y habilidades naturales es bendecir a otros, Cuando estamos dispuestos
a compartir nos convertimos en personas que aportan un bien a la sociedad. Hacemos de nuestro entorno un lugar mejor. Comienza con
los más cercanos, con los que están casa, para después extenderte a tu círculo de influencia en el trabajo, la escuela y la comunidad de fe a
la que perteneces.

 

“Persevera en hacer el bien todo el tiempo, sigamos el consejo de Pablo que dice: Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe” Gálatas 6:10

 

Piensa por un momento ¿cuáles son las cosas que al hacerlas te salen muy bien?, ¿qué cosas disfrutas hacer? Todo eso son dones y habilidades que Dios te ha dado, identifícalos, desarróllalos y ponlos en práctica. Comienza hoy, te sorprenderás de los resultados y su impacto en las personas. Has sido bendecido para bendecir. Eres un instrumento de bendición.