El don de servir

En los capítulos 1 y 2 de Génesis podemos ver el relato de la creación: Dios el primer día, creó la luz, el segundo día el cielo y agua, el tercer día mar y tierra, el cuarto día el sol, la luna y las estrellas; el quinto día, peces y aves, el sexto día los animales, al hombre y a la mujer para cuidar la tierra y tener comunión con Dios, el séptimo y último día descansó y declaró que todo lo que había hecho era muy bueno. En estos pasajes podemos ver el orden de perfección en la creación, por ejemplo: tanto para los animales como para el hombre primero creó su hábitat, todo lo hizo en orden. Dios vio que su obra era buena, Él estaba complacido por lo que había realizado. 

 

Teniendo en mente este trabajo de Dios y sabiendo que nos hizo a su imagen y semejanza Gen 1:27 (NVI), así como, que en cada uno de nosotros Dios depositó Dones y habilidades (1a Pedro 4:10 NVI) para realizar tareas al servicio de otros, podemos comprender que lo que Dios hizo lo hizo para servir a la humanidad, y a su vez dentro de la esencia o naturaleza divina que puso en cada hombre, le otorgó también este “don de servir”, Dios nos ha equipado para desarrollar la tarea que conforme a su llamado nos ha encomendado. 

 

 

Otro pasaje que refleja este Don de Dios y que nos ha sido transmitido a sus hijos lo podemos encontrar en el evangelio de Juan 13:12-17 (NVI) cuando Jesús mediante el lavamiento de los pies a sus discípulos les enseña su propósito de servicio, dándoles a entender también que ellos debían hacer los mismo, y que así como Dios encontró deleite en lo que hizo, de la misma forma servir a Dios debe provocar en sus hijos gozo y satisfacción; Juan 13:17 (NVI) dice: “ ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica”.

 

También en Efesios 2:10 (NVI) vamos a encontrar que dice: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”. Dios nos ha dado el poder para realizar todo lo que es bueno, y todo lo que es bueno nos va a llevar a estar complacidos con nuestras obras y a complacer a Dios. 

 

 

El don de servir tiene un fundamento el cual podemos ver en Gálatas capítulo 13, todo acto que Dios realiza está fundamentado en su amor, por lo que de la misma forma todo lo que realizamos al servir a Dios debe estar motivado por el amor, ya que es el amor el elemento más poderoso que nos impulsa a servir a Dios con pasión, entrega y dedicación.

Por Sergio Velázquez