Dios es fiel y nunca se olvida de los que tienen fe en Él.
La Biblia nos cuenta la historia de José, de cómo este joven sufrió el desprecio de sus hermanos, el abandono, las falsas acusaciones y se mantuvo firme en su convicción y al final de sus días pudo declarar ante su familia y hermanos.
Génesis 50:20 “ustedes lo hicieron pensando hacerme daño”, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo.
¿Cómo puede ser esto, te preguntarás? Muy sencillo, Dios tiene el poder para cambiar todas las cosas si se lo pedimos con fe.
1.- José nunca pensó negativamente: La lucha que todos nosotros enfrentamos día a día es en nuestra mente, impactos por los acontecimientos de nuestro diario vivir, pero esto pude cambiar cuando México se vuelva a Dios de todo corazón y abrace los principios y valores que se encuentran en la Biblia.
2.-José se esforzó al máximo: El era el primero en servir, el primero en ayudar y la Biblia declara, “Dios estaba con Él”. Esto es lo que necesitamos, hombres y mujeres de fe que depositen su confianza en Dios.
3.- José fue integro: Él estuvo dispuesto a vivir de acuerdo a sus convicciones, no cambió por las cosas que estaba sufriendo o padeciendo, se mantuvo firme creyendo que Dios estaba detrás de todo lo que le sucedía. Dios lo recompensa y lo hace primer ministro del imperio más poderoso de su época.