Fortalecidas en Dios

11 Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a hacer. 12 Entonces el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por la vida que llevan ustedes, y serán honrados junto con él. Todo esto se hace posible por la gracia de nuestro Dios y Señor, Jesucristo.

2 Tesalonisenses 1: 11-12

 

El apóstol Pablo nos muestra en esta carta que escribió a los creyentes de Tesalónica su preocupación en animar a los cristianos en tiempo difíciles para quitar toda duda de sus corazones. Ellos estaban en un tiempo de muchas situaciones donde se ponía en prueba su fe en el Hijo de Dios. Al tener noticias de todas estas situaciones, él se ocupa en orar por ellos y de escribir una carta para alentarlos y animarlos.

Hay ocasiones en que las circunstancias y situaciones que nos suceden rebasan nuestras condiciones de vida y nos embarga un sentimiento que puede ser de tristeza o de impotencia y es cuando sin darnos cuenta podemos desalentarnos. El desánimo trae consigo la falta de fe, el desaliento en el corazón, las fuerzas se ven disminuidas y podemos encontrarnos a un paso de la depresión.

 

En este tiempo podemos tomar estas palabras para nuestra vida y aplicarlas cuando estamos ante los problemas o situaciones que son difíciles y que causan desgaste llegando así el desánimo. Es decir en tu interior la presencia del Espíritu Santo producirá vida y encontrarás las fuerzas para cobrar ánimo y levantarte de manera que tu corazón y pensamiento se reanimen porque la fe en Jesucristo está en tu corazón y él te dará el poder para realizar obras buenas.

 

Dios te ha capacitado como una persona que puede sobresalir de las situaciones difíciles y aprender de cada una de ellas para vivir de acuerdo al gran amor que el Padre te ha dado y cuando has pasado por sobre las dificultades.Recordemos las palabras del apóstol Juan

“Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” 1ª Juan 4:4

 

Por Eunice Meneses