Daniel y el Ayuno

El ayuno y la oración ferviente nos conectan con el corazón de Dios, permite conocer su voluntad y nos prepara para recibir sus bondades y dones excepcionales.

Como familia en Cristo, el ayuno es un arma poderosa para sobrepasar los tiempos difíciles y de incertidumbre, nos ayudan a enfocar nuestra atención en su propósito a pesar de la adversidad y nos impulsa a dar pasos de fe, confiados en que Dios se agrada en quienes lo honran.

Para algunos, el ayuno puede significar un gran sacrificio que implica debilitamiento corporal y de ánimo. Sin embargo, con el ejemplo de Daniel comprobamos lo contrario, a pesar de que su dieta parecía ser pobre en comparación con el de los demás, ellos fueron considerados diez veces mejores entre todos los jóvenes y sirvientes del rey Nabucodonosor.