La manera extraordinaria de proyectar nuestra vida es hacerlo teniendo la convicción de que estamos destinados para cosas mejores, a pesar de las situaciones que se puedan presentar o incluso de aquellos planes que no se logren realizar.
El proverbio 19:21 nos recuerda que el propósito de Dios prevalece a pesar de nuestros planes, no significa que a Dios no le interesen los anhelos de tu corazón, ni tampoco que sea incorrecto hacer una proyección de nuestra vida, sino todo lo contrario, nos da la perspectiva del cielo a acerca de la gloria que nos espera si confiamos y ponemos toda nuestra esperanza en Él.
Los nuevos comienzos implican un cambio de enfoque, nuestra atención ya no está centrada en el éxito de nuestros planes sino en el cumplimiento del propósito de Dios.