El texto bíblico nos señala un camino superior a través de la fe en Jesús. Y quienes lo conocemos hemos recibido instrucciones específicas para ser llenos de su poder. La fórmula es infalible: la fe florece en cualquiera que escucha con la esperanza de recibir una respuesta de parte de Dios.
Al leer la Biblia y escuchar lo que Dios ha hecho en otras personas o en nuestra comunidad, nuestra fe crece. Y nuestra esperanza se reaviva. La esperanza de que todo lo malo pase pronto se convierte en confianza cuando vemos que Dios puede responder nuestras peticiones.
Hemos recibido vida, esperanza y fe de parte de Dios. Por eso tenemos la capacidad para hablarle a otros acerca de lo que Jesús ha hecho en nosotros, porque hemos sido llenos de su poder.