Somos únicos y Dios puso su naturaleza en cada uno de nosotros, puso de su gloria y su poder, ahora nos corresponde administrarlos y usarlos para devolverle la gloria en esta tierra. Ahí radica la importancia de conocer su voluntad y su propósito para nuestra vida, lo cual va más allá de solo un beneficio personal, trasciende al hecho de ser instrumentos de Dios en esta tierra para establecer su Reino de poder y ser bendición para muchos.
Para eso, Dios puso en tu vida dones, talentos y habilidades para que sean practicados y explotados y a través de ellos muchos puedan recibir un toque de su bendición y puedan ser conectados con su corazón.
Los dones que tú tienes tal vez no son los mismos que tengo yo, pero eso es lo grandioso y es lo que nos hace un solo cuerpo en Cristo, cada don y habilidad tiene un fin y un propósito que se complementan.
¿Qué dones tengo a mi disposición?
La biblia nos enseña que cada uno de nosotros es creado a imagen de Dios y hemos sido diseñados con un propósito divino. En el Salmo 139:14 dice: “Te alabo porque soy una creación admirable. ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien ¡”.
El primer paso es reconocer lo importante que somos para Dios, somos su posesión más preciada y que su amor por nosotros lo supera todo, fuimos comprados con la sangre de Cristo y por gracia y misericordia se nos fue dado todo, ¡qué gran noticia! Saber que no es por nuestras fuerzas ni por lo bueno que somos, sino que fue por gracia y amor que tenemos todos sus recursos a nuestra disposición.
Fuimos perdonados, redimidos, levantados y puestos en un lugar de victoria, ahora vivimos para darle gloria al Padre y para cumplir su propósito en esta tierra. “ Pues somos la obra maestra de Dios, Él nos ha creado de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las buenas obras que él preparó de antemano para nosotros.” Efesios 2:10 resalta la importancia de saber que no somos cualquier cosa y que nuestro valor radica en Cristo, por lo tanto, todo lo que hacemos lo hacemos en él y para él.
Si Dios te dio el don de servir, practícalo con alegría, tienes el don de orar por los demás, hazlo sin temor sabiendo que Dios puso su autoridad en ti, Dios te dio la gran receta para preparar la mejor salsa de chile seco, prepárala y a través de hacerlo con esa excelencia muchos podrán ver a Dios en lo que haces.
Para Él no hay límites y usará todo lo que ha puesto en ti para llevar a cabo sus planes.
Usar los dones para edificar a la iglesia
Hemos sido llamados a explotar los dones no desde el ego sino desde el amor. En 1 Pedro 4:10 se nos exhorta “Dios ha sido generoso al darte dones espirituales. Úsalos bien para ayudar a los demás.” Los dones han sido puestos para beneficio y crecimiento de la iglesia, para bendición de los creyentes y expansión de su Reino.
Y esto tiene que ver con un cambio de mentalidad, porque en gran medida cuando se nos da algo tan grande pensamos que solo es para disfrute personal, que si lo comparto se me puede acabar, o en ocasiones vamos mas allá, considerando que cuando lo damos o compartimos la otra persona no lo valorará o prejuzgamos si en verdad lo necesita.
Dar de gracia lo que por gracia recibimos, es una enseñanza que parece locura en una sociedad donde se da solo si recibiré algo a cambio. Si Dios ama al dador alegre, demos y sigamos dando con alegría.
La parábola de los talentos
En Mateo 25:14-30, Jesús nos narra la parábola de los talentos. En esta historia, un hombre rico entrega a sus siervos diferentes cantidades de talentos, y al regresar, espera hayan invertido y multiplicado lo que se les ha confiado. Una manera muy ilustrativa de cómo Dios espera que administremos y desarrollemos nuestros dones en lugar de enterrarlos por miedo, temor, o falta de confianza, problema que nos incluye a todos, ya que el miedo es el principal motivo que paraliza la obra del Espíritu Santo, es por ello que Pablo nos recuerda que Dios no nos dio un espíritu de temor sino de poder. Dejemos que el Espíritu de Dios nos movilice a dar pasos de fe.
Buscar la guianza de Dios en todo momento
A medida que exploramos y utilizamos nuestros dones, es esencial buscar la dirección de Dios. Proverbios 3:5-6 nos insta: “Confía en el Señor de todo corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.”
Al entregar nuestras habilidades a Dios, le permitimos guiar nuestro camino y revelarnos cómo podemos usar nuestros talentos, esperar sus tiempos y operar en la fe. En otras palabras cuando conocemos y utilizamos todo lo que Dios puso en nuestras manos a través de Cristo estamos permitiendo que su amor obre a favor de las personas, usándonos como sus fieles instrumentos, poniendo como base la prudencia y la confianza de que todo lo que nos ha dicho, hoy se está cumpliendo.